No, yo no me voy a poner ñoño ni emotivo como Marta, yo voy a seguir hasta el final, hasta hoy, relatando lo que me ocurre en el día correspondiente a la entrada, y aquí no hay excepción.
Me levanté tempranísimo, para un examen el cual iba a hacer la mitad, hacia frío y algo de viento por la calle. Al salir por última vez durante mucho tiempo de la facultad y desearle un bonito verano, me fui a casa con Lau, a quien acompañé a la suya. Besito de despedida y y nos veremos, esta chica es genial, de esas que cuestan entrar en su corazón pero cuando lo haces, hace todo lo posible por mantenerte calentito y cobijado en él. Y su novio Alberto también oye, que se dejó olvidado sus gafas el sábado en el piso, efectos secundarios de la lasaña, no creí que simpatizaría tanto con él como para considerarlo la persona más importante para mí de Cádiz junto a Loh Intraleichon. Volví al piso tras haber pasado por el Carrefour a comprar bolsas que usaría para meter todo mi equipaje de guerra, porque sí, me llevo media calle Sagasta y Garaicoechea (¿Casa de la abuela? Me lo enseñó él que mencionaré después) a mi pueblo natal de vuelta. Marta y Javi estaban... durmiendo, porque claro, estaban cansados de tanto fol... de haber paseado tanto anoche, pobrecitos, necesitaban dormir. Aproveché para meter todas mis cosas y limpiar el piso. A las 13:00 PM se despertaron esto dos, y luego soy el dormilón, almorzamos, hicimos el gili con la silla, leímos las incongruensias de todo el año, hablamos de sexo, le hicimos cosquillas a Marta, buscamos las magníficas palabras "Zúh", "besito", "coño", "comer" y algunas más en el buscador de conversaciones del moderno móvil de Marta. En resumen, aprovechando la última gota de convivencia que nos quedaba hasta el último momento. Manu llegó al rato, bajamos todas las cosas a su coche, luego vino Vanessa y su marido, le dimos las llaves a cambio de que nos dieran todo el money. Abrazo conmovedor a Marta, dos besos de casero a inquilino de Vanessa, abrazo sincero y de "nos volveremos a ver pronto" a Javi, apretón de manos de hombres viriles al marido de la Vane y... ¡hasta luego Mariló!
Manucar y rumbo a mi ciudad de origen, fuimos con un amigo suyo, mantuvimos alguna que otra conversación de las nuestras y nos despedimos como buenos peques y amantes en secreto que somos. Chicos y chicas, yo me siento más privilegiado que todos aquellos que no tienen a Manu como amigo, a pesar de que se pele, no venga a Alemania y me rechace, ni se imagino lo mucho que lo valoro y lo hondo que me ha calado.
Pronto volveremos a estar todos Loh Intraleichon y peques juntos, pero eso ya no es de vuestro interés, ¿qué hacéis ahí leyendo? Enterándoos de todo lo que hago y no hago, pero bueno, ¿esto qué es? Corten esto, que no se emita en directo, qué falta de intimidad...
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