viernes, 28 de febrero de 2014

26, 27, 28 / 02 / 2014 - Lavanrac

Ya sabéis que cuando paso días sin escribir nada de mi convivencia se me nubla la memoria sobre lo que hago y termino escribiendo menos que en las entradas de un solo día, pero que se le va a hacer si sigo los pasos de Dory...

Veamos, iré por partes, con respecto a las clases, nada destacable, estoy llevando las tareas y clases al día, incluso Fonética, creo que me lo estoy currando y voy a seguir por esta estela, aunque curioso que diga esto, ya que pronto vendrá a hacerme una visita mi amiga Stella.

Sobre el mundo teatral, sólo pude ir a la clase del jueves, clase divertida pero estuve algo apático, o insulso, o quizá apagado, no sé cual es la mejor palabra, pero a pesar de haber jugado a la ouija, haber sido atracador casanova, novio posesivo con novia que coge trenes llamados 'Vida' y hermano de chica latina embarazada con una sola frase en toda la telenovela, no sentí haber dado ni un 1% de todo lo que puedo dar de mí, así que tal y como le he comentado a mi compañera de jíbia gíbia, voy a dejar mi estado anímico en la puerta de la sala Quintana (donde ensayamos) y dar todo lo que puedo dar de mí ya sea improvisando, actuando, bailando, haciendo gestos o gritando, el próximo ensayo va a arder y espero que lleven extintores, prometido.

Fuera de todo eso, estos días han sido un poco incógnitos, ya que el jueves le preparamos a Lau una cena Intraleichon Manu, Marta y yo por su cumpleaños y tuvimos que hacerlo todo en secreto, pero al final todo salió genial, incluso Alberto se sumó aquella noche de billar, Moscatel y cantos, muchos cantos.

Quizá ha habido algún encuentro grasiento mientras hacíamos la compra y alguna que otra orquesta desafinada de falserío, envidia y resentimiento, pero qué queréis que os diga, somos tan felices nosotros cuatro que lo único que se consigue con tanto ridículo es una carcajada en nuestras bocas y un mensaje desde aquí de que nos lo estamos pasando de putísima madre, que nos queremos muchísimo y que no echamos en falta absolutamente a nadie.

miércoles, 26 de febrero de 2014

25 / 02 / 2014 - Granito de arroz, amor y arena

Bueeeeeeno, no fui a Narrativa, pero tampoco me perdí mucho, lo que estamos dando lo estoy estudiando por mi cuenta y ya he encargado todos los libros que debo leerme. Y claro, si no fui a Narrativa y aún no hay clases de Semántica, pues fui a esa maravillosa clase llamada sueño profundo hasta la 1 de la tarde. Bueno, al menos ya vais conociendo un poco cuales son mis asignaturas, y que no fuese a clase no quiere decir que no hiciese nada en todo el día, que por cierto, empiezo a resumiros.

Marta no llegó sola al piso, ni acompañada por una persona, ¡sino que por dos!, llamadas Paula y Laura,  maravillosa compañía que ya se iba echando un poco en falta. Entre platos de pasta, mi precioso pijama que no me quité en todo el día, galletas de limón, dramas de Pau, elocuencias de Marta y evasiones de Lau al mundo de su tabla de surf móvil, pasamos una bonita y amena tarde.

Las tres se fueron a sus distintas obligaciones y yo me quedé solo en el piso, y no, no monté una fiesta, sino que me fui de juerga con los apuntes durante horas y horas, incluso vino Marta, cenó, bostezó, bailó, escuchó música Indie, pestañeó, leyó, se comió una loncha de chorizo, habló, voló y brincó y yo sólo estudié apuntes y edité fotos.

No recuerdo muy bien lo que ocurrió durante la noche una vez Marta ya estaba dormida, solo sé que madrugaba al día siguiente y tenía apenas 4 o 5 horas para dormir, así que a abrazar almohadas corriendo me fui.

¡Ah, sí! Antes de irme a dormir vi por la ventana a dos gaditanos robando arena del callejón Osorio, y no sé que me inquieta más, si la finalidad con la que robaban arena de una obra, o que todas las cosas extrañas ocurren en ese callejón... bueno, ahora sí, ¡buenas noches!

martes, 25 de febrero de 2014

24 / 02 / 2014 - Una nueva rutina

No, no es una vuelta a la rutina, entre eso y lo que pone en el título hay una gran diferencia.

Había dormido poco, y cuando duermo pocas horas, no me acostumbro tanto a la cama y me cuesta menos despertarme, por lo que a las 7 de la mañana ya estaba en pie, con mi maleta lista y con ganas de ir con Marta hasta la facultad a ver qué me deparaban mis nuevas asignaturas.

Salí a las nueve horas de estar preso en la facultad, pero bueno, he empezado bien, no estoy descontento con mis profesores ni las asignaturas, veo un poco más de dificultad gradual en cuanto a exigencia, trabajos y lecturas, pero todo bastante normal, cosa que me inquieta, aunque esto es sólo el comienzo... aunque la guinda del pastel fue ver a mis compañeros de fatiga después de varios meses desfilologados.

Persiguiendo los huecos de sol por las calles gaditanas, ralentizaba mi paso para disfrutar del momento y que la fría sombra tardase en llegar. Por lo visto el buen tiempo está justo en la esquina, espero que con ello se alegren más mis días y pueda escribir por fin en Zúhmánticos sobre el color celeste un día que haga buen tributo de ello.

Volví al piso, salí a hacer la compra, ordené un poco la alacena, afeitado, ducha fresquita y luego a sentarme sobre el ordenador y mis apuntes, dije que me volvería productivo, ¿no?, pues ahí tenéis. Estuve así hasta la hora de la cena y de dormir, sin olvidar siempre mi rato de sofá con Marta entre risas e incongruencias.

Por cierto, ¿alguna vez habéis visto un elefante en mountainbike?

lunes, 24 de febrero de 2014

23 / 02 / 2014 - Fecha de caducidad: 30 / 06 / 2014

Es la fecha de caducidad de mi estancia en Cádiz, por lo que habrá que aprovecharla a tope, y hablando de cosas caducadas... ¿dónde está Mariló?

viernes, 21 de febrero de 2014

20, 21 / 02 / 2014 - Y tiro porque me toca

¿Recordáis todo lo que dije la noche anterior? ¡Y un carajo! ¿Acaso había ido en toda la semana a clases? No, entonces... ¿para qué iba a ir el jueves? Dormir es sano y si me tapo los ojos, tengo una salud de hierro.

Abandonando a la bella durmiente durmiendo en su cama me fui a Teatro creyendo que volvería a verla, pero no, cuando creía que iba a poder pasar una noche con ella bonita, lo único que me encuentro es una nota de que pague los recibos, un tupper frío en la nevera y un mensaje de que se ha vuelto a su tierra encantada, ¿pues sabéis que le digo? ¡Que me he comido su yogur de melocotón!

Y con respecto al mundo teatral, he jugado a la ruleta rusa de Aqua Land, borracho discotequero, mujer barbuda en varias ocasiones, niño malote, cabeza de familia latina y semi director de una logopedia con Juan.

Y en lo extrateatral, en el conocido mundo real, el grupo fuimos de bar en bar, de chupito en chupito, de tapa en tapa y de gofre en gofre hasta buenas horas nocturnas. Y el viernes tuvimos una pequeña reunión y revisión de inventario, atrezzo y vestuario, además de algún desnudo y travestimiento.

La cosa empieza a coger forma.

jueves, 20 de febrero de 2014

19 / 02 / 2014 - ¿Qué hay de interesante en todo esto?

¿Quizá mi manera de escribir? ¿mis vivencias gaditanas? ¿mis numerosos y polifacéticos papeles en teatro? ¿que haya pillado todas las líneas de buses de Cádiz existentes en tan sólo unos meses?

Pues la verdad, yo no lo entiendo, como es de costumbre, y como esto se está convirtiendo en mi hogar y vida particular, y digo particular porque estoy más solo que la una, apenas he visto a Marta y nuestros encuentros son fugaces o al menos ya no tan paralelos, y Mariló creo que vivía aquí, creo, a este paso se le va a caducar hasta el cartel de Doña Nueva Arrendataria de su puerta, solo os digo que ayer volví, charlé tres tonterías con Marta antes de que se fuese a dormir, me preparé una cena moruna y tras ver mi suspenso en Fonética, decidí ponerme las pilas y darle duro al segundo cuatrimestre para tener sólo asignaturas del primero, ya que mi compañera de piso es el espejo que refleja que no puedo arrastras estas nuevas asignaturas, por lo que hice el horario, el planning de estudios y empecé a estudiar y hacer ejercicios.

Al día siguiente empezaba las clases (empezaron días antes pero no pude ir), y aunque fuese a dormir pocas horas, me fui a la cama totalmente preparado y dispuesto a darlo todo al día siguiente.

domingo, 16 de febrero de 2014

13, 14, 15, 16 / 02 / 2014 - Qué bien hueles

¿Y si te digo que una historia aunque cambie de capítulo no será nunca lo mismo si ya no está el protagonista de ella?

miércoles, 12 de febrero de 2014

11 / 02 / 2014 - Las aventuras de Zúh Malheur Bonheur

¿Con las pilas cargadas a las 7 de la mañana? Cosas peores he hecho, pero sólo importa el día de esta entrada, después de haber dormido dos míseros pares de horas y leído algún que otro texto a tempranas horas de la mañana.

Fui al examen y no os voy a comentar nada, o sea, nada, ni voy a leer más textos nunca jamás, ¡nunca!, luego a entregar el papeleo de la erasmus, buscar a Marta a la facultad, acompañarla al banco a que saque dinero, volver al piso para buscar un recibo, ir a otro banco a ingresar el dinero, esperar una cola enorme llena de viejas y volver al piso para encontrármelo vacío. Entre otras muchas maravillosas cosas que no dejan que tome un respiro.

Luego por la tarde empezó la mayor de mis locuaces desventuras; ir con la bici de Marta (no nos entendemos muy bien aún) desde una punta de Cádiz a otra, con lluvia y viento en mi contra, además de un par de personas a las cuales estuve a punto de atropellarlas y cambiarles la vida.

Llegué a mi destino y pasé una buena noche tras darme una confortable y relajante ducha (que ya la necesitaba), en buena compañía y haciendo tonterías a más no poder. Conocí a una perrita y desde entonces creo en el amor a primera vista, se llama Tigrila (o Tigrilia, Tigridia... yo que sé, yo la llamo Clara) y es lo más adorable que he visto en toda mi convivencia en Cádiz.

Pasé un buen rato con Cristian, con quien hicimos nominaciones, entrevistas multiculturales y frikadas en general, me quedé a dormir en su piso ya que hacía un temporal de mil demonios y tenía que ir en bici, cosa mala.

martes, 11 de febrero de 2014

10 / 02 / 2014 - Una idea brillante

En un sólo párrafo os voy a resumir el día de ayer, bueno, la noche, ya que volví muy tarde, lo suficiente como para ordenar las cosas que traía, leer un par de textos más los cuales no iban a entrar en el examen del día siguiente (así es como predigo el futuro), estar un minuto con Marta cuando vino del aulario e idear una gran idea literaria a lo grande, ¡que se preparen los elegidos!

Y sí, sé que no entendéis a veces ni la mitad de las cosas que digo, pero éste es mi blog y escribo las berenjenas que me dan la gana, ¡hasta mañana!

viernes, 7 de febrero de 2014

06, 07 / 02 / 2014 - Improvisar

Dos días teatrales, no recuerdo mucho más del piso que estar solo y leer algún que otro texto, estar desconectado de las absurdas conversaciones de Whatsapp además de alguna que otra chorrada variada y muchas faltas de ortografía, basura reciclable lo llamo yo.

Han sido dos días de Teatro bastante productivas; he presenciado la mística cueva de Platón, he bailado como los aquellos del Medievo, he cambiado la cara 3 veces por segundo, he podido desahogarme de aquellos que no soporto, he sido cómplice de una terrorista, concursante de gran hermano, policía, niño repelente y hipster aeronáutico del barrio de Salamanca, además de reírme y pasármelo como un auténtico crío, creo que me estoy encariñando con el/los grupo/s.

¿Algo más interesante? Volví a ver a la caótica de Pau, que almorzó en el piso y se fue minutos antes de que yo también saliese por la puerta en búsqueda de un vehículo grande y verde.


jueves, 6 de febrero de 2014

05 / 02 / 2014 - A Dios le gusta observar

Es un bromista, un sádico, un payaso, el peor casero del mundo.

Esas entre otras muchas cosas estuve recitando ayer en voz alta aprovechando los ratos que no estaba Marta en el piso (es decir, todo el día, tanto aulario no es sano). También comencé a leer el más corto de los textos del próximo y último examen, en el que concluí que el destino de una pareja no radica en las decisiones de los dos, sino que con la de uno ya basta para cambiarlo todo.

Un día muy vago, también de desconexión en línea, creo que es lo mejor que he hecho desde hace meses, así también me dedico tiempo a mí y a quien yo crea conveniente, el tiempo es oro, como el apellido de Germán.

Como anécdota diré que a Marta se le olvidó los apuntes en el piso cuando ya estaba en el aulario, por lo que tenía que decidir si era más importante secarme los pelos o ir a darle el encuentro y dárselos, pero ella era prioritaria, aunque eso sí, se autoproclamó compañera de piso tonta e imbécil, ella misma eh, luego no quiero quejas.

miércoles, 5 de febrero de 2014

04 / 02 / 2014 - ¿Solo o sólo?

Preguntadle a la RAE, un día solitario, no os voy a hablar mucho del injusto examen ni de como lo hice, el día empieza en cuanto salgo de la clase en busca de una pelirroja de mis tierras la cual estaba de visita fugaz en mi facultad ese día, pero más bien la visita fugaz fue la nuestra; abrazo y adiós. También me encontré a Marta y Laura por los pasillos, pero apenas unos dos minutos.

Me fui de allí, dirección San Juan 15, pero con una gran duda, y es que si ya había hecho examen, ¿para qué quedarme en el piso?, por lo que no me lo pensé mucho, me preparé la comida, una botella de agua y poco más, y a pasear por Cádiz.

Había escogido un día un tanto ventoso para pasear, y mi piel pagó las consecuencias, pero bueno, mereció la pena. Desde La Caleta hasta el final de Cortadura y vuelta por la avenida, totalmente solo sin apenas otro gaditano paseando por la arena de la playa, sólo la música y yo. El móvil se quedó sin batería casi al salir del piso, por lo que tampoco hablé con nadie, quizá el Karma sopló a mi favor con tanto viento para que no tuviese contacto ni conversaciones que ya no me llenaban en línea, lo necesitaba, buen remedio para mi nivel de ánimo y desilusión de ayer.

Tuve algún que otro encuentro, y alguno agradable como el de Juan, quien se ofreció a acercarme cuando ya estaba de vuelta por la avenida, pero no pude aceptar tal grata oferta pues quería estirar las piernas.

Todas las horas de paseo y las incongruencias y excusas de aquel día me ayudaron a que el día se convirtiese en un punto de inflexión, se podría decir, y aún sabiendo que tengo un ojo malo y puedo originar chistes, me ayudó a abrir un poco los ojos.

Volví a las horas, me di una ducha, merienda y siesta bastante larga, hasta ya la noche, noche solitaria sin nadie en el piso, cena, televisión, manta y vuelta a la cama, un día raro.

martes, 4 de febrero de 2014

03 / 02 / 2014 - Azul

¿Sabéis que es un color que me encanta? No es perfecto, no existe el color perfecto siempre que se diga que para gustos, los colores. A veces me enfado con él, por su tonalidad turquesa o marina. Es un color que puede hacerme enfadar y en determinados momentos lo consigue, pero... ¿sabéis qué? Es el único color con el que quiero pintar mi vida ahora mismo, y aunque solamente haya un pequeño trozo pintado ya, todavía queda un gran muro blanco por rellenar.

¿Qué más del día? Marta tuvo sus prioridades fijadas en el secador del pelo antes que en su compañero de piso, por lo que me indigné y no le di una bienvenida (en realidad me la tenía que dar ella a mí) que merecía (bueno sí, un poco), cenamos cuscús, ella tuvo conversaciones doradas y yo repasé Fonética, penúltimo examen al día próximo.

Echaba de menos esas noches.

sábado, 1 de febrero de 2014

31 / 01 / 2014 - Triples finales temporales

Madrugar era la palabra maldita, pocas horas de sueño que, en cierta parte, me vino bien, ya que soy de esas personas que si he estado muchas horas en la cama y duermo poco, me cuesta mucho menos despegarme de las sábanas que si duermo las horas recomendadas o más de las recomendadas.

Lo dicho, unas cuatro o cinco horas de sueño y reluciente para salir, sin prisas, sin sacar los apuntes de la maleta ni tan siquiera echarles un ojo, hice mis cosas por la mañana; acicalarme, desayunar, preparar la maleta y cuidarme el ojo izquierdo.

Marta se fue un rato antes que yo, ella sí tenía prisa y estaba nerviosa, a pesar de saber que iba a hacerlo bien, qué cosas, eh.

Sobre las 8:40 salí del piso, cuando ya estaba en la calle volví para coger el paraguas, y a mi ritmo, fui a la facultad, llegando apenas tres minutos antes de que el examen empezase, sin haber mirado nada, siendo consciente de que podía entrar, mirar las preguntas y salir corriendo dejando todo en blanco, pero no, hice un Zúhxamen, término que explicaré algún día en Zúhmánticos y que aquí lo puedo resumir con que me puedo esperar cualquier nota sin sorpresa alguna, desde un 1 o un 2 hasta un 8 o 9, aún contando que los profesores Rafaeles van a tener piedad al corregirlo.

Me fui de la facultad a la hora, tiempo que duró mi examen y fui al piso, estuve un rato pequeño haciendo cosas y actualizando mis redes con el veloz internet que tenemos y a la hora vino Marta, quien me dijo que le había salido bien y que se iba a evaporar (dormir), y así hizo.

En los días que he estado en Cádiz apenas hemos estado juntos, por eso y por alguna razón más, quiero que los exámenes terminen ya y vuelva todo a la normalidad.

No tenía Teatro ese día ya que Juan estaba en mis queridas tierras blancas (no me da envidia, para nada), y el lunes debía estar ahí para el examen del martes, así que sin meditarlo mucho volví a hacer la maleta otro día más y me volví a mi hogar materno, hasta el lunes por la noche que vuelva.

Mi examen de literatura terminó, mis días de esa semana en Cádiz también, y además acababa el mes de enero, mes poco gaditano por lo visto, algo estresante y con movimiento, con mala salud y el ojo empeorando, así que corremos un tupido velo y que febrero sea mejor.

Ahí está el bus, ¡hasta unos días!