miércoles, 26 de febrero de 2014

25 / 02 / 2014 - Granito de arroz, amor y arena

Bueeeeeeno, no fui a Narrativa, pero tampoco me perdí mucho, lo que estamos dando lo estoy estudiando por mi cuenta y ya he encargado todos los libros que debo leerme. Y claro, si no fui a Narrativa y aún no hay clases de Semántica, pues fui a esa maravillosa clase llamada sueño profundo hasta la 1 de la tarde. Bueno, al menos ya vais conociendo un poco cuales son mis asignaturas, y que no fuese a clase no quiere decir que no hiciese nada en todo el día, que por cierto, empiezo a resumiros.

Marta no llegó sola al piso, ni acompañada por una persona, ¡sino que por dos!, llamadas Paula y Laura,  maravillosa compañía que ya se iba echando un poco en falta. Entre platos de pasta, mi precioso pijama que no me quité en todo el día, galletas de limón, dramas de Pau, elocuencias de Marta y evasiones de Lau al mundo de su tabla de surf móvil, pasamos una bonita y amena tarde.

Las tres se fueron a sus distintas obligaciones y yo me quedé solo en el piso, y no, no monté una fiesta, sino que me fui de juerga con los apuntes durante horas y horas, incluso vino Marta, cenó, bostezó, bailó, escuchó música Indie, pestañeó, leyó, se comió una loncha de chorizo, habló, voló y brincó y yo sólo estudié apuntes y edité fotos.

No recuerdo muy bien lo que ocurrió durante la noche una vez Marta ya estaba dormida, solo sé que madrugaba al día siguiente y tenía apenas 4 o 5 horas para dormir, así que a abrazar almohadas corriendo me fui.

¡Ah, sí! Antes de irme a dormir vi por la ventana a dos gaditanos robando arena del callejón Osorio, y no sé que me inquieta más, si la finalidad con la que robaban arena de una obra, o que todas las cosas extrañas ocurren en ese callejón... bueno, ahora sí, ¡buenas noches!

No hay comentarios:

Publicar un comentario