10 / 03 / 2014 - Defoe

Cuando duermo pocas horas no tengo sueño a la mañana siguiente, creo que ya lo he dicho, pero como también lo repito y digo varias veces en la vida real también lo digo por aquí, mi cuerpo no se acostumbra tanto a la cama y puedo salir perfectamente de ella.

Nueve horas metido en la facultad, sufribles, estuve atento y no me aburrí tanto (espero que esto me dure hasta junio). La mayoría del tiempo en la facultad la pasé con Zoe, con quien me fui incluso a dar una vuelta por Cádiz al salir de clase.

Llegué al piso, allá sobre las 6, y a pesar de que me tiré un par de horas haciendo cosas de la facultad y leyendo Moll Flanders (20/376), hubo cosas que no cambiaron, y es que después de un tiempo, Marta y yo volvimos a nuestras estupideces de compañeros de piso con mucho tiempo libre, cenamos juntos y hablamos de nuestras cosas, bonita noche.

Me acosté bastante tarde, ya que al día siguiente no madrugaba tanto como este día, así que bajo mi punto de vista, como todas las noches en las que me acuesto tarde, fue una noche productiva.