El piso vuelve a oler a Septiembre, no sé si alguien entenderá esto.
Ayer no ocurrió nada importante en el piso fuera de estar solo y hacer muchas cosas provechosas. Lo importante fue que por la noche estuve en casa de Sarah con Nazaret y Luis, bueno... y sus dos gatitos. Una casa muy blanca y negra con manchas rojas, me gustó mucho. Pasamos una noche muy puta, con mucho azúcar, sal, alcohol, humo, italianos, penes, manos ocupadas y refranes never. Una noche de desamparados y archienemigos del Karma, que no sé por qué, con lo buenos que somos nosotros cuatro... Totalmente repetible.
Necesito más cabras en mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario