jueves, 9 de enero de 2014

08 / 01 / 2014 - Ella es Zúh y yo soy Marta

¿O al revés? Me he liado, bueno venga, que lo escriba ella, que pasó prácticamente todo el día conmigo, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, hasta que la fianza nos separe.

Hmm una mañana rutinaria, a primera hora me quedé dormida así que falté a morfología pero me limpié la conciencia quedándome en la biblioteca a estudiar después de historia. Cuando llegué al piso, sobre las dos, había visita extra y déficit de cocina. Así que cocinamos y almorzamos por turnos. Después de que Mariló y cía se fueran, Zúh y yo decidimos poner algo de orden y limpieza en el piso, con banda sonora muy indie (sí, era mi música... Vetusta Morla e Izal, para ser exactos). Ha sido un gran "descubrimiento" el darnos cuenta de que en la play de Zúh puede escucharse música... Ya no tendremos problemas con el volumen de esta (aunque puede que los vecinos sí tengan alguna que otra queja).

Cuando acabamos de limpiar, ordenar y adecentar el piso, salimos a la calle a hacer algunas compras. El detergente de la ropa había desaparecido el día antes, así que hubo que sustituirlo. Hmm... A Zúh le prohibieron poner ciertos nombres pero, ¿y a mí? Bueno, correré el riesgo. La cosa es que suponemos que Ale se llevó con él lo que quedaba de detergente (la mitad de un bote de helado del Día), imaginaos nuestra cara de póquer al darnos cuenta. Pero bueno, a lo que iba... Compramos un par de cosas para la casa y un cojín más para el salón, porque el que tenemos es feísimo.

Los ojos de Zúh se le hicieron bolitas al pasar por delante de una tienda de animales y ver los cachorritos que había en el escaparate. También me enseñó una tienda que llevo meses pasando por delante, pero nunca me había dado por entrar. Es genialísima. Tiene libros y cosas de elefantes, asi que os podéis hacer una idea. Al salir de la tienda fuimos de visita sorpresa a casa de Lau, pero como toda sorpresa tiene sus imprevistos, resultó que Laura había salido. Así que cambiamos el rumbo, coming back to el piso, parándonos antes a comprar pan y alguna empanada de Butrón.

Al rato de llegar, lo hicieron también Mariló y su novio. Cenaron prontito porque venían con hambre, pero a Zúh y a mí nos dieron más de las once, hora a la que se acostaron ellos. Decidimos hacernos cena en común, así que preparé dos bocadillos de pizza, que habría habido suficientes ingredientes como para cuatro bocadillos... Así que cenamos y rebañamos del plato lo que se iba cayendo. Muy cómico y patético todo. Ayer no hubo visita de Manu ni de Laura, pero menos mal, porque yo estaba rendida. A las doce y algo en la cama, viendo alguna serie en el portátil. Y Zúh... Zúh imagino que por el estilo, pero sin serie.

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