martes, 7 de enero de 2014

06 / 01 / 2014 - El cuarto rey mago

El primero hizo llegar la mercancía a mis manos, así que algo de camello debe de tener, no lleva barbas blancas sino marrones y rastas, no se lleva bien con el peine y en pequeños plazos le voy pagando el agradecimiento por ser tan buen amigo, digo... el dinero.

El segundo no llegaba aún ese día pero estuvo presente en mi cabeza todo el día, no tiene camellos, pero trafica, no tiene barbas doradas sino pijamas de abuela y bailes mañaneros, unos pelos de escándalo y aunque no lleve corona para mí es una reina.

El tercero no es negro pero sí muy nigga, no tiene camello pero porque si se sube en él se cae, y no tiene mirra sino la batidora eléctrica, y aquí no me sale ninguna rima ni metáfora bonita porque la bonita ya es ella.

Y el cuarto rey mago es al que le he pedido mi regalo de este año, que es que no se vaya a Oriente y que se quede alegrándome este año que acaba de entrar, tal y como ha hecho durante todo el día 6 de enero desde la mañana hasta la madrugaba, momento en el que al parecer sonó un ruido estruendoso que despertó a todos los gaditanos menos a mí, ¡de mis sueños no me saca ni nada ni nadie!

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