domingo, 29 de diciembre de 2013

28 / 12 / 2013 - Un día inocente

Desayuno en la mesa, y encima cosas que me gustaban, esos fueron mis buenos días. Debería haber sido un día movido, por eso de que cumplía años y tal, pero que va, preferí por mi salud no salir ese día y realizar actividades más caseras. Fue un día de juegos, en total tres.

El primero era cuestión de adivinar cantantes, ¡ojo!, sin haberlos escuchado ni saber nada de ellos, así que imagináis como acabó la cosa con el pobre Dylan. Después de comer, ya entrada la tarde vino Álvaro de nuevo, y jugamos a un juego inventado por mí que al parecer tuvo éxito, consistía en representar un verbo más una situación y el resto adivinar que haces y como lo haces. Fue muy gracioso cuando para fingir que iba a refrescarme, hice como si me echase agua con la botella, y darme cuenta después de haberlo hecho que el tapón no estaba puesto, así que se podría decir que ese día mojé. El tercer juego fue ya más tarde, cuando llegó Stella y ya me había dado los regalos (una rosa, una libreta para rellenar sobre ella y yo e incienso de manzana), y fue el Tabú por petición pública, ganando el equipo de dos (Stella y yo) al de tres (Álvaro, Pau y Bárbara)

Sobre las nueve y pico se fueron, no los acompañé porque no debía coger viento ese día, así que tras una larga y emotiva despedida, los dejé marchar libres. Pero aquí no acaba la cosa, faltaba una hora o algo así para que la guinda del pastel de cumpleaños llegase desde otra ciudad cercana, acompañándome en mi noche cumpleañera y dándome el calor que en estas fechas me hace falta.

Gracias a él y a todos los que me leen (y vais a seguir leyéndome), y aunque me fuese al día siguiente, esta va a ser la última entrada aquí del año (el día 29 tampoco tiene nada de importancia, paseo y vuelta a mi tierra), por lo que os deseo lo mejor y que empecéis el año con el mejor pie izquierdo que tengáis (o con el del medio), ¡hasta el año que viene!

No hay comentarios:

Publicar un comentario