miércoles, 11 de diciembre de 2013

10 / 12 / 2013 - Mal de ojo

Martes, tenía un par de clases ese día (en realidad tenía más, pero con tener me refiero a las que yo fui), una por la mañana y otra por la tarde, poco amenas, pero quÉ se le va a hacer, mi cuerpo debe centrarse ahora en ello y no en otra cosa, estoy en Cádiz, no en ningún otro pueblo y/o ciudad.

Ese día pasé un par de pequeños ratos con mi mejor amiga de la facultad, Irene; pagamos su plaza a Gibraltar, buscamos un par de libros en la biblioteca que una amiga mía me había pedido y luego me acompañó al volver de la facultad, me alegra no perder contacto con ella a pesar de no coincidir ya en ninguna clase.

A un par de calles del piso, cuando ya iba solo, una mujer mayor que vende romero por todo Cádiz, imagino que conocida por toda la ciudad, pasó por mi lado, y me dijo, sin ninguna razón, sin haberla mirado y ni tan siquiera hablado "Qué asco de tío", no entendí porqué, pero lo más sensato era ignorar ese comentario y seguir caminando.

Esa tarde había sido un poco de gordos, mórbidos, foca, chon gorda y un largo etc, ya que mi premio por encargar el libro a mi amiga fue chuches y cosas glucosas, que no pasaron de esa noche. Esa noche teníamos invitados, Manu y Lau, raro, ¿eh?, por lo que Marta y yo fuimos a comprar pan para preparar la cena, y como nos orientamos tan bien, nos fuimos a la otra punta de Cádiz sin darnos cuenta de que el pan lo íbamos a comprar en la calle continua a la nuestra, o sea, a tres pasos, lástima que no hubiese nadie para aplaudirnos, bueno sí, "cuando ella pueda".

Noche divertida los cuatro, cena bastante rica, postre aún más rico, juego de preguntas bastante interesantes, incluso uno más se unió a la ronda de manera online. Se fueron a las tantas, luego acicalarme, un rato en el facebook, algo de picoteo... sin darme cuenta de que al día siguiente me esperaba un gran madrugón, tenía unas 3 horas para dormir, ¡vamos Zúh!

No hay comentarios:

Publicar un comentario