jueves, 19 de diciembre de 2013

18 / 12 / 2013 - Se cierra el telón

- ¡Me he quedado dormido!
- ¡Y yo también!

Esas fueron nuestras primeras palabras por la mañana entre Marta y yo, ni buenos días ni nada, estábamos en el sofá en vez de en clase, pero bueno, habíamos descansado, punto importante.

El oral de Alemán era al final al día siguiente, así que como ya me lo sabía, me tomé el día con calma. Pensé, de manera esporádica irme a la playa a pasear, se lo dije a Marta pero iba a ir a clases, por lo que me llevé su cámara para sustituirla. Hacía mucho que no pisaba una playa, mucho más que no cogía una cámara y más aún que no iba a la playa con una cámara a hacer fotos, por lo que estuve toda la mañana como un niño con su juguete, gaviotas, olas, rocas, palomas, arena, surfistas que se desnudaban, surfistas que hacían surf, surfistas que rezaban, surfistas que se quedaban en la arena y surfistas que bailaban antes de entrar en el agua. Buena mañana, volví porque tenía hambre y un poco de frío.

Tarde repasando Alemán y Martaeando, ya entrada más tarde empecé a prepararme, porque tenía cena con los teatro esa noche. Mientras me duchaba, el universo no quiso regalarme más agua caliente, y aunque seamos dos en el piso, digooo... tres, siempre se acabará estando yo dentro con la cabeza llena de H&S Mentol. ¿Alguna vez habéis bebido agua fría mientras os coméis un caramelo mentolado? Pues lo mismo ocurrió con mi cabeza.

A pesar de ello, noche divertida en el Wok, barato y buen servicio, luego un bar con juegos de mesa en sus estanterías, risas, anécdotas, encuentros con gente de mi pueblo natal y poco más, me siento genial con ellos y espero seguir hacia delante todo el tiempo que pueda.

Y como cada día me ocurre algo sin explicación, esa misma noche, al volver, una mujer, cuyo marido habían metido preso el día anterior, o eso me dijo, me pidió que la ayudase a subir a un primer piso porque había perdido las llaves, sí, como ustedes que leéis esto me quedé yo, le dije que tenía prisa y que le pidiese ayuda a los dos que venían por el final de la calle que con dos sería más fácil.

Volví, arropé y le di las buenas noches a Marta y duré 20 minutos en pie.

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