jueves, 31 de octubre de 2013

30 / 10 / 2013 - Romeo

Me levanté muy temprano y muy decidido, me echaba atrás el frío más que el sueño, tardé poco en prepararme y arreglarme, y a las 7:20 ya estaba desayunando, esperando que Marta saliese de su cuarto.

7:30...

7:35...

7:40...

7:45...

Y a las 7:50 por fin salió, normalmente salgo a las 8 del piso, pero ese día tendría que llegar un poco más tarde para ir con ella. De todos modos, el Karma hizo que yo sin querer le derramase un poco de su Cola Cao en la mesa, el Karme, no yo, eh.

Fui a las dos clases que tenía, todo normal, algo cansadas y aburridas, volví al piso, totalmente bohemio, y sorpresa buena del día; no tenía que volver más, mi profesor de la tercera clase había faltado y se pospondría al final de diciembre, por lo que me quedé vagueando en el piso.

Ese día venía Paula, por lo que pasamos una tarde bastante buena paseando, charlando y haciéndonos fotos mientras Marta se comía una caña a lo chon gorda. Tras irse Paula, mis compañeros permanecieron en sus madrigueras y yo no tuve más remedio que hacer lo mismo, meterme en la mía y hacer cosas productivas.

Por la noche, tras haber realizado cuidados maternales con Marta que se encontraba pachucha y estaba a pie irse a la cama y Alex quedándose viendo "¿Quién quiere casarme con mi hijo?", me fui a dar una vuelta, desconexión total y vuelta a las tantas, ¡gracias y hasta mañana!

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