viernes, 30 de mayo de 2014

29 / 05 / 2014 - Langweilig

Horas en la facultad para repetir el texto del oral de Alemán el cual me sabía de la A a la Z para que luego los nervios de mis compañeros de trabajo me obligasen a improvisar y cambiar el guion. Definitivamente no estoy hecho para las actividades en grupo, aún no. Pero bueno, al menos vi a Luis un ratejo que pasaba por allí, nos pusimos al día y además Zoe mi hizo acaricias milagrosas de las suyas, para compensar lo mala persona y cruel que es, la más malaje de toda la facultad, ¡mínimo!

¿Y qué más? Que fui al piso a comer y hacer el vago hasta que me diese por hacer la maleta y volver a mis tierras, cosa que no sé por qué lo hago teniendo un piso vacío aquí, si no saco nada de provecho últimamente en Cádiz imaginaos en Chiclana, que siento que nadie nota mi presencia cuando vuelvo y los que hacen el esfuerzo de verme parece que lo hacen por compromiso y/o obligación.

Qué queréis, yo no tengo la culpa de sentirme más solo allí rodeado de gente que aquí que no hay nadie.

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