lunes, 25 de noviembre de 2013

24 / 11 / 2013 - El monstruo de las cosas comunes

Con una maleta muy pesada, totalmente solo y acalorado, a pesar del frío que hacía, llegué al piso. No había nadie, se notaba la ausencia de calor humano.

Me tomé mi tiempo para colocar las cosas, ordené la alacena completamente y algún que otro cajón, voy a ser oficialmente el decorador de interiores del piso.

No voy a contar nada más, ya que es de poco interés o personal, pero sí os diré que a pesar de que estaba solo, me ocurrió algo ilógico que apuntaba a todo lo contrario; al entrar al piso, sólo tuve que abrir la cerradura de abajo, la común, ya que la de arriba estaba abierta (sino, no hubiera podido entrar sin abrirla también, demasiado obvio), una vez terminé de hacer cosas, me dirigí al salón y observé que la cerradura de arriba estaba cerrada, intenté abrir por dentro y obviamente, no podía abrir, ¿antes abierta y luego cerrada estando solo? ¡Buenas noches!

No hay comentarios:

Publicar un comentario