Apenas un par de horas dormí, tenía el examen de alemán tempranísimo, y aunque no lo creáis, cogí los apuntes y los metí en la maleta, nada de estudiar por la mañana, prefería desayunar, a veces nos tiramos horas y horas frente a apuntes intentando memorizarlos sin darnos cuenta de que ya nos lo hemos aprendido, bueno, en mi caso sí.
Como tiene poca importancia, paso el examen de alemán y el de fonética por alto, me salieron bien y punto. Cuando terminé, volví al piso a soltar las cosas, ya que había quedado con un amigo de mis tierras a tomar algo, y así hice, paseo, unas horitas en el O'connell (he perdido un poco la cuenta de las veces que he visitado este año ese pub) y luego para casa de Laura (Nota: nunca dejéis que una disléxica os guie por calles), compramos los cuatro de siempre un "ofertón" para cenar más bebida gratis (10 céntimos, mismo)
Cena en casa con estos, Marta ya había pegado el árbol al cartón, lo próximo era la maceta de cartón, risas, zustos, mismos, negras y andamios, fue una buena noche.
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