martes, 26 de noviembre de 2013

25 / 11 / 2013 - Xilofobia

Vuelta a las clases, ¿no? Hacía mucho frío, bastante para como iba abrigado (que para ser yo, mucha ropa tenía encima), por lo que usé lo que tenía; me puse el gorro de la sudadera y me tapé la cara con la bufanda, por lo que mis compañeros de clase se rieron de mi al verme llegar, llamándome nigga por mi contoneo al moverme y tal...

Ese día tenía sólo Fonética, bueno, mejor dicho, sólo fui a fonética, tenía que estudiar para el día siguiente y algunas clases sólo me iban a aportar una gran pérdida de tiempo, aún así no me fui al piso en cuanto terminé; me quedé en la biblioteca con mi compañero Edu preparando la entrevista del Martes, y cuando terminamos, mientras buscábamos "La celestina", sin quererlo ni beberlo, exploramos absolutamente toda la biblioteca y salas de la facultad, incluso el sótano, sus libros extraños y las estanterías "mágicas" giratorias, desde entonces mi facultad ha pasado a llamarse "Ucawarts".

Luego, al salir, teníamos una duda; ¿facultad de Medicina o Ingeniería? Lo echamos a suerte y fuimos a la segunda, a explorar rincón a rincón, y voy a ahorrarme los comentarios negativos, pero si mezclamos una central nuclear mal hecha y un frigorífico por detrás, sale la idea del arquitecto cuando pensó en el edificio. El próximo día iremos a la de Medicina, ya es Edu oficialmente mi compañero en las chupiexcursiones por Ucalandia.

Volví al piso después de un paseo, almuerzo, algo de estudio, reencuentro con la mantita de vac... digooo, con Marta, que venía con Pau, que era su cumpleaños, muchas felicidades y espero que lo pasase bien en su día, tarde tranquila de charlas hasta entrada la noche, que con un antojo de gordos mórbidos nos fuimos Marta y yo a comprar euros y euros de chucherías y gorrinerías, por el camino, con media empresa Azucarera en el cuerpo, decidimos ir a buscar a Laura, y sí, su casa es muy bonita, me encanta la decoración, todo bla bla bla, pero no sé que tenía, intuyo que el suelo de parqué (algún día explicaré mi fobia a la madera) hizo que me resfriara nada más entrar allí y gastase un paquete de clínex en 20 minutos.

Secuestramos a Laura, hicimos cosas sin explicación por las calles y volvimos al piso calentitos, Manu vino al poco rato y seguimos con el árbol, esta vez le pusimos y recortamos el cartón debajo, lo próximo es comprar pegamento para pegarlo.

La verdad es que me lo pasé bastante bien, estamos siendo un cuarteto intraleichon bastante interesante, así que le deseé las buenas noches a ellos en especial y a todos los demás allegados a mí, estudié un poco más, y a contar cabras, digo ovejas, que no saben el color de su lana, ya me callo.

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